HISTORIA | El Betis que pudo con todo

Haber alcanzado la 9ª plaza en la clasificación histórica de Primera, tras las muchas dificultades vividas, revela la fuerza de un club que ya va camino de los 2.000 partidos en la máxima categoría

Por Manolo Rodríguez

El que el Real Betis se haya colocado como el noveno equipo con más puntos de la Liga histórica en Primera División no es un tema baladí. No puede serlo, habida cuenta de la epopeya que han debido vivir los béticos desde que el mundo es mundo y, muy particularmente, tras su caída a los infiernos en la década de los 40 del pasado siglo.

Esa época oscura en la que durante 15 años estuvieron ausentes de la máxima categoría y, para más inri, 7 de ellos en Tercera. Demasiado tiempo y mucho desarraigo que, sin embargo, no le paró el pulso a esta institución en ningún momento. Ni siquiera en aquellos posteriores años ascensores en los que el equipo iba y venía de Primera a Segunda, aunque felizmente, y salvo en raras ocasiones, el paso por la división de plata siempre fuera más fugaz que perenne. Aún así, los verdiblancos suman en total 28 campañas en Segunda División.

Pero ya se sabe que el Betis y los béticos, entonces y siempre, han podido con todo. Sólo así, a base de fidelidad y empeño, ha sido posible alcanzar ese 9º puesto histórico en Primera que les permite formar parte de un selecto grupo en el que tienen acomodo hasta ocho campeones de Liga, de los únicos nueve que han alcanzado ese honor.

Sólo el Espanyol (séptimo en este registro), está ahí sin haber campeonado, pero, a cambio, los «pericos» pueden presumir de haber sido fundadores del torneo y club de referencia desde primera hora. Y todos los que engrosan ese ranking han escrito páginas fundamentales en el balompié patrio, sin que sea necesaria mucha explicación para comprender su hondura histórica y su peso como sociedades futbolísticas.

Y entre ellos está el Real Betis. En un lugar muy preferente viniendo de donde venimos y habiendo sido nuestra historia la que es. En este ejercicio está cumpliendo la temporada 56 en Primera División y, por el momento, lleva jugados 1.891 partidos. Cada uno de ellos con su historia, sus alegrías, sus decepciones y esa pasión inevitable que está permanentemente asociada a los colores verdiblancos.

Camino de los 2.000 partidos en la máxima categoría, un número redondo que se alcanzará en la temporada 2024/25, ojalá que envuelto en los éxitos deportivos que hacen presagiar los tiempos actuales. Esta ilusionante etapa marcada por la ambición de los dirigentes, por la sólida estructura del club, por su formidable crecimiento social y por la calidad extraordinaria que se trasluce desde el banquillo y la hierba.

Mirando hacia atrás, resulta emocionante recordar que hace ya 27 años que el Real Betis jugó su partido número 1.000 en Primera. Fue en el Benito Villamarín el domingo 11 de septiembre de 1994. Segunda jornada del campeonato, y, precisamente, el día del reencuentro verdiblanco con la máxima categoría del fútbol español después de haber estado 3 años en el purgatorio de la división de plata.

Heliópolis se llenó casi por completo para recibir al Albacete (por cierto, era la primera vez que el equipo manchego acudía al feudo bético) y la tarde no pudo ser más propicia: victoria por 4-1, con 2 goles de Cuéllar y 1 de Aquino y Ureña. Y partido, asimismo, en el que Jaime Quesada y Juan Sabas debutaron en partido oficial.

La afición lo celebró como merecía. Por ello, en el Gol Sur se desplegó una pancarta que rezaba: «La historia continúa», como sencilla leyenda que pretendía simbolizar la pervivencia del Betis a lo largo de los tiempos, su espíritu indomable para acabar resucitando siempre de todas sus muertes y la mejor demostración del vínculo que desde hacía muchos años tenía establecido el club verdiblanco con el fútbol más grande.

Los pioneros

De hecho, la historia del Real Betis en Primera División arrancó en la temporada 1932-1933. El partido número 1 lo jugó el 27 de noviembre de 1932 en San Mamés, donde cayó fuertemente goleado por el Athletic, antes de que encadenara sus dos primeras victorias consecutivas ante el Valencia y el Donostia. Estos fueron aquellos pioneros que dirigía Mister Patricio O´Conell: Jesús; Areso, Jesusín; Peral, Soladrero, Adolfo; Timimi, Adolfito, Capillas, Lecue y Enrique.

El encuentro número 100 lo disputó en Heliópolis el 14 de abril de 1940, jornada 20 de la campaña 1939-1940, recibiendo al Racing de Santander, al que derrotó por 2-1 con goles béticos de Paquirri y Saro. El mítico Andrés Aranda se sentaba en el banquillo y la alineación fue la siguiente: Suárez; Telechía, Cornejo; Muñoz, Fernández, Aurelio; Saro, Retamar, Paquirri, Caballero y Pepe Valera.

El partido 200 tardó más de veinte años y llegó en la jornada 12 de la temporada 1960-1961. El 4 de diciembre de 1960. El rival fue el Sevilla, el eterno rival, concluyendo el partido con empate a cero. Aquel Betis de Fernando Daucik alineó el siguiente equipo:  Otero; Grau, Ríos, Areta; Lasa, Bosch; Castaño, Pallarés, Yanko, Rojas y Martín Esperanza.

El partido 300 se jugó en el estadio de El Arcángel de Córdoba el 23 de febrero de 1964, jornada 12 de la temporada 1963-64. Sorprendente derrota ante el equipo local por 1-0, ya que esa campaña, a las órdenes de Domingo Balmanya, fue una de las más felices que se recuerdan al obtener los verdiblancos la tercera posición en la liga. Aquella tarde jugaron los siguientes hombres: Pepín; Colo, Ríos, Paquito; Suárez, Martínez; Cruz, Luis, Ansola, Pallarés y Molina.

Siete años más tarde, el 12 de septiembre de 1971, se cumplieron los 400 partidos. De nuevo en el Benito Villamarín y con el RC Celta como rival. Era el segundo partido de la temporada para un Betis que acababa de ascender y concluyó con empate a uno. Isauro consiguió el tanto de la igualada bética. Antonio Barrios dirigía aún al equipo ?semanas después sería reemplazado por Ferenc Szusza- y la alineación fue la siguiente: Campos; Telechía, Díaz, Irízar; González, Frigols; Viqueira, Isauro, Roselló, Jurado y Arrieta. Como anécdota, señalemos que el paraguayo Jurado jamás volvió a vestir la camiseta verdiblanca tras este único partido.

El partido número 500 tampoco dejó buen recuerdo. Clara derrota por 4-1 en el Vicente Calderón ante el Atlético de Madrid. Finales del ejercicio 1974-1975. El 25 de mayo de 1975, exactamente. El paraguayo Celso Mendieta, más tarde expulsado, marcó el único gol bético.

Casi tres años más tarde se disputó el partido 600. El 23 de abril de 1978. En la jornada 32 de la muy desafortunada temporada 1977-78. Fue en el Villamarín y los verdiblancos le ganaron por 1-0 al Rayo Vallecano. Hugo Cabezas hizo el gol de una victoria que no permitió eludir el descenso. El entrenador era Rafael Iriondo y la alineación de aquella tarde, la siguiente: Esnaola; Bizcocho, Biosca, Sabaté, Benítez (Cobo); López, (Del Pozo), Alabanda, Cardeñosa; García Soriano. Hugo Cabezas y Ladinszky.

Cambios de entrenadores

Más positivas fueron las sensaciones que dejó el encuentro 700 en Primera División. Concluía la Liga 1981-1982, jornada 30, y Pedro Buenaventura acababa de sustituir a Iriondo en el banquillo verdiblanco. Esa tarde, 28 de marzo de 1982, el Betis ganó en Cádiz por 0-2, goles de Gordillo y Diarte, y comenzó a completar un excelente final de temporada que le llevaría a ser sexto en la tabla y a clasificarse para la Copa de la UEFA. Este fue el equipo que logró aquella victoria en el Carranza: Esnaola; Bizcocho, Francis, Biosca, Gordillo; Ortega, López (Alex), Cardeñosa; Melchor (Rincón), Diarte y Casado.

El día que se juega el partido 800 también se produce un debut en el banquillo del Betis. Luis Carriega reemplaza a Pepe Alzate. Es el 10 de marzo de 1985, jornada 28 de la campaña 1984-1985. Ocurre en el Santiago Bernabéu, donde se impone el Real Madrid por 3-2. Los dos goles béticos los materializa Gabriel Humberto Calderón.

El partido 900 tarda sólo menos de tres años. Llega el 3 de enero de 1988, jornada 16 del ejercicio 1987-1988. El Sporting de Gijón le gana por 1-0 al Betis en El Molinón. El Betis, al que todavía adiestra el inglés John Henry Mortimore, acabará salvándose en Las Palmas tras su relevo por Pedro Buenaventura. Este fue el equipo de aquella tarde: Salva; Calleja, Diego, Julio, Quico; Cristóbal, José Luis, Chano (Recha); Gabino, Rincón y Melenas.

Por fin, como decíamos anteriormente, el 11 de septiembre de 1994 llega el redondo partido 1.000 de la fecunda historia del Real Betis en Primera División. Es ese Betis de Lorenzo Serra que arranca el curso con una fuerza que ya anuncia la extraordinaria campaña que acabará culminando. Un equipo que aquella tarde presentó la siguiente alineación: Jaro; Jaime, Vidakovic, Ureña, Josete; Márquez, Alexis, Stosic, Menéndez; Cuéllar (Sabas) y Aquino (Cañas).

A partir de ese día ha corrido mucha agua por debajo de los puentes. Desde entonces transitamos por el segundo millar de partidos del Real Betis en la máxima categoría y esa es una navegación que sólo contempla cuatro accidentes en el camino. Historias que contar, pero que hoy resultan ya lejanas y distantes. El nuevo rumbo mira hacia otros derroteros y nos anima la esperanza de que puedan acabar trayéndole a los béticos esa felicidad que tanto merecen.

A la que se han hecho acreedores año a año y partido a partido.

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