El Big Data predice un 50% más de lesiones en los 11 partidos de Liga pendientes

Un estudio médico-matemático evalúa variables como el confinamiento, el estrés o la fatiga, sumadas a la tasa habitual de los últimos 20 años. Antes de empezar a jugar, los equipos suman ya 28. El doctor Ripoll considera clave la actuación preventiva de técnicos y preparadores para evitar que se disparen

Las lesiones aumentarán en torno a un 50% sobre su volumen habitual en Primera División en las 11 jornadas de Liga que se disputarán a partir del 11 de junio. Es la conclusión que se desprende de un estudio realizado por el equipo del Centro Médico Ripoll y De Prado, que recibe la calificación de excelencia por parte de la FIFA. A la tasa lesional habitual en base a los datos de los últimos 20 años, el trabajo añade otras variables, como el periodo de confinamiento, los días de entrenamiento y el estrés sufrido por los futbolistas, para confeccionar el algoritmo del que obtiene los resultados y las conclusiones. El mayor peligro, según Pedro Luis Ripoll, traumatólogo y director del centro, se genera por el escaso tiempo de entrenamientos colectivos, con balón, y la ausencia de partidos de preparación: «Este estudio no pretende ir en contra del regreso de la Liga, sino advertir de lo que debe hacerse de inmediato para evitar que el aumento de lesiones llegue a ser catastrófico».

El informe médico-matemático alerta de que nos adentramos en una terra ignota, por haber estado los futbolistas en el mayor periodo de inactividad de la historia. Por mucho ejercicio que hayan realizado en sus casas, el hecho de haber permanecido siete semanas sin ejercitar los gestos específicos del fútbol supone un deterioro del control automático que el cerebro ejerce sobre el aparato locomotor, lo que se conoce como la propiocepción. «El cerebro envía una señal para contraer el músculo y proteger a la articulación, con lo que previene la lesión. Ese mecanismo está ahora bajo mínimos», advierte Ripoll.

Pasados los 20 días de entrenamientos, se han producido 28 lesiones en total, 19 musculares y nueve traumáticas en 14 de los 20 equipos de Primera. La cantidad no es alarmante, ya que muchas de ellas son por sobrecargas, ante las que los preparadores apartan al futbolista de las sesiones. Si se agravaran, el periodo de recuperación prácticamente los descartaría para la lo que queda de Liga. En opinión de Ripoll, que destaca entra las más complejas las sufridas por Joao Félix (Atlético de Madrid), Jorge Herrando (Osasuna) y Sergio Álvarez (Celta), esa actuación es clave: «Hay que advertir a los técnicos sobre la necesidad de medir los riesgos de los futbolistas tocados, porque una lesión puede significar la pérdida del jugador para todo el torneo, puesto que durará apenas cinco semanas». En la Bundesliga, durante las dos primeras jornadas tras el regreso, el 56% de los equipos agotaron los cinco cambios y el 28% realizaron cuatro, uno más de los permitidos hasta ahora. «Y eso que en Alemania -añade – los jugadores estuvieron sin entrenarse 20 días; en España, 60».

El algoritmo del estudio se conforma a partir de los porcentajes aplicados a la tasa resultante del histórico de lesiones durante los últimos 20 años, diferentes para equipos que juegan un partido por semana o dos. El tiempo de confinamiento agrava la tasa en un 20%, el estrés en un 5% y la pérdida del efecto protector por la disminución de entrenamientos, en un 4,5%, según las valoraciones basadas en una amplia literatura médica. A ello hay que añadir el aumento del riesgo, al disputarse partidos con menos de cuatro días de descanso. Es de un 32% para las lesiones musculares y del 9% para el resto.

A partir de la reconfiguración numérica, un puro ejercicio de ‘Big Data’, el estudio cifra que los equipos acostumbrados a jugar un partido a la semana verán incrementado el número de lesiones esperadas, según el histórico, de 11,4 (4,4 musculares, 1,9 ligamentosas y cinco de otros tipos) a 17,1 (6,6 musculares, 2,9 ligamentosas y 7,5 para el resto). Esto supone un incremento de más del 50% en el número global de lesiones previsibles en condiciones normales en el mismo periodo de tiempo.

En cuanto a los equipos habituados a participar en competiciones europeas, el incremento en el número de lesiones sería algo menor. Pasarían de presentar 12,5 lesiones (4,8 musculares, 2,1 ligamentosas y 5,5 de otro tipo) a 17,4 lesiones (6,8 musculares, 2,9 ligamentosas y 7,6 del resto). El aumento, en esta franja, la más numerosa, sería del 40%. La media de ambos grupos estaría, pues, muy cercana al 50%.

«En una pretemporada normal, que dura unos 35 días, se suelen jugar unos siete amistosos, además de los continuos entrenamientos grupales. Ahora, después de un confinamiento de 60 y con menos tiempo de preparación en el sentido colectivo, los equipos volverán a la competición sin partidos previos», compara Ripoll, con la intención de que el estudio hecho en su clínica incida en la advertencia a los técnicos.

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